Thursday, November 16, 2006

76 – El día siguiente

Después de un largo día de trabajo se tiró sobre la cama, queriendo pensar en nada, pero sus ojos tropezaron en algún momento con las vestiduras y la “máscara”. Sintió una tremenda frustración al enfrentar nuevamente que no era lo que tanto quería y supuestamente demostraba ser. Se deprimió tanto que más tarde tuvo que llamar a sus asesores, quienes llegaron presurosos a levantarle el ánimo, aleonarlo y dejarlo listo para el día siguiente, cuando con el ego por las nubes, y excitado por la admiración que provocaba, convencería nuevamente a la gente de su omnipotencia, omnisciencia e infalibilidad.

2 comments:

Mundo Yao Ming said...

Ohhhh mi querido subdito del mundo según Esther Goris... te habla tu ser superior, osea yo. Yao de las pompas o como dice el documento de inidentidad: Yao Minga.
Muy bueno lo del días siguiente, pues a mi me ha pasado lo msimo, pero reajé a mis asesores, ajajaj...

Jaime Ceresa® said...

Buen escrito...me gustó.
Es curioso como muchos se llavn por su apariencia y en el silencio de 4 paredes afloran con debilidades y complejos varios.

Somos muchos así la verdad, no es más lo que se puede decir.

P.D: El agilado del colo se iluminó e su época, y ya aparecio, el mismo se adjudico la "gracia"