‘Siempre te voy a amarte’ le gritó Brayan a Sindi cuando se lo estaban llevando para realizar su servicio militar, sin imaginar que un año más tarde volvería completamente enamorado de un moreno ex-camarada. Ella creyó conveniente despedirlo con un pañuelo blanco y unas lágrimas sobreactuadas, para darle mayor romanticismo a la escena. Tampoco imaginó que su “terminator” cambiaría tanto en un año. ‘Si parece que ya no quedan hombres’ fueron las desacertadas palabras de consuelo de una vecina; tan desacertadas que la hicieron llorar aún más. Pero esta vez las lágrimas eran de verdad. Y no había pañuelo blanco.
4 comments:
jajaja... esta muy bueno, muy bueno tu blog. che te invito al mio. es muy loco, burdo,
bueno gracias por dejarme tu comentario. tublog ta muy bueno, espero que el mio te guste. es muy loco. un abrazo.
si, ya me di cuenta que es bastante "particular"...jajaj
Con poco tiempo, solo pasando a saludar....
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